En un fin de semana intenso hemos podido confirmar que la cabeza nos puede jugar malas pasadas, como entrenador creo firmemente que perseverancia y constancia se entrenan. Por esta razón vemos como equipos son capaces de mantener una alta credibilidad en su trabajo y sacar adelante las situaciones más complicadas, después del primer fin de semana de clasificación para el europeo del próximo año algunas selecciones tenían en la mano clasificar pero afrontaron el segundo fin de semana pensando en lo bien que habían jugado el anterior, mientras que otras selecciones estaban solo concentradas en como resolver cada partido aprendiendo de lo ocurrido en los primeros encuentros...claro no fallaron.
En los respectivos europeos ya están las mejores y entre ellas la selección femenina que ha confirmado lo que consiguió hace dos años. Tendrán la oportunidad de mejorar la posición del último europeo, algo que no será fácil pero la prueba de orgullo mostrada en el último partido ante Croacia nos da esperanzas.
En cuanto a la masculina, nos toca esperar y creer. Una Eslovenia ,que ya no es ninguna sorpresa, nos ha apeado de la clasificación directa de manera contundente en los dos partidos jugados. Quejas ninguna ya que no hay excusas que buscar, en septiembre debemos clasificar en la repesca para presentarnos el año que viene en una cita a la que no podemos faltar.