A lo largo de todos estos años he podido compartir experiencias con diferentes directivos de los cuales he podido aprender mucho, como de todas las personas con las cuales nos relacionamos podemos aprender cosas negativas o positivas pero todas ellas nos ayudan a ser un poco mejor.
Los directivos son personas claves en el trabajo de todos los clubes, de su dedicación y compromiso dependerá en gran parte nuestro trabajo como entrenadores, pero claro primero debemos encontrar al directivo que realmente se dedique al club con pasión y desinterés para dar las mejores condiciones al equipo, después que tengan compromiso con el club para defender los intereses del equipo aunque se contrapongan a sus ideas...difícil? bueno, la verdad es que he tenido la oportunidad de convivir con todo tipo de directivos. El amable, siempre educado que se ofrece para todo pero que finalmente hace poco, suelen ser buenas personas pero que realmente trabajan poco para el club, en la foto están pero en el día a día no. Recuerdo que uno de estas características después de tres temporadas juntos cuando me veía siempre me decía "tienes mi teléfono, llámame para lo que quieras" así cada dos semanas que jugábamos en casa que era cuando el aparecía por el pabellón.
Podemos encontrarnos con el vasallo, da igual lo que pase o lo que no pase siempre estará al servicio de su señor, o sea, el presidente. Da igual la función que le encarguen, tanto el orgullo como la dignidad las perdió hace tiempo y ya sea por imagen o por un sueldo hará lo que sea, poner la pista, mandar faxes o entrenar al equipo. Trabajar para un club o tener un jefe no significa someterse a los designios de un presidente, otro directivo o del entrenador, ellos deciden por que tienen esa responsabilidad pero no por eso se deben perder los valores como persona.
Existe uno en particular que llama mucho la atención, la hiena. Un carroñero de las relaciones personales y sociales que siempre se esta riendo y que también trabaja por la noche. Suelen tener capacidad y están actualizados, al tanto de noticias, normativa y cuidan los contactos pero atentos son los que os prepararan el camino hacia la guillotina.
Pero no dramaticemos por que la mayoría son colaboradores, agradecidos y buscan lo mejor para el club y el equipo. Como entrenadores debemos ayudarles y dejar que nos ayuden, que entiendan el deporte en general y el voleibol en particular, educarles en las necesidades de un equipo de alto nivel y en el respeto a nuestras decisiones.
En España necesitamos directivos profesionales, que tengan sueldo y que tengan responsabilidades claras dentro del club. Del profesionalismo ya he comentado que no se trata de un sueldo alto sino de dedicación parcial o total a una actividad, los clubes deben entender que es un paso que se debe dar. Por qué no plantear dentro de cada presupuesto el sueldo de un directivo como un jugador más? no creo que sea demasiado complicado si se quiere de verdad.
Como entrenador defiendo nuestra profesionalización, que se reconozca la necesidad de formar cuerpos técnicos adecuados, de dar los medios necesarios para trabajar con calidad pero también tengo claro que el directivo es necesario y su dedicación al club más aún. Todos tenemos una responsabilidad en hacer crecer nuestro voleibol, nada de excusas y todos a trabajar.
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