El campeonato de Europa se acabó y nos ha dejado algunas imágenes para recordar y otras que nos costará olvidar.
Para recordar una incombustible Polonia que a pesar de ausencias inicialmente importantes han completado un campeonato perfecto, manteniendo la mentalidad contra los rivales de menor nivel y creyendo al máximo en su rendimiento contra los rivales de mayor entidad. Un equipo compensado en el que cada uno asumía su rol y responsabilidad, los no titulares siempre preparados para aportar, como sabemos en los momentos más complicados, y los titulares compartiendo cada punto con los demás. Un gran campeón que ha sido agasajado en su país a su llegada, 5.000 personas les esperaban por las calles para festejar juntos un titulo que se empezó a gestar hace cerca de 10 años. Sin olvidar la larga tradición que tiene Polonia en nuestro deporte, hace 10 años fuimos a jugar a Polonia una clasificación para el campeonato de Europa y el comentario que recuerdo con claridad es "aquí pasa algo", pabellón repleto,seguimiento de medios de comunicación a diario,sponsor de la selección y al mismo tiempo de la liga, compromiso de la federación y clubes en participar en común para promocionar el deporte, en el ambiente se respiraba futuro. Han pasado los años y por supuesto han tenido alguna decepción pero la línea de crecimiento del voleibol es ascendente convirtiéndose en el deporte nacional.Lo que quiero transmitir es que no es casualidad, que han trabajado mucho y durante tiempo para conseguir el éxito que ya rozaron con el subcampeonato de mundo hace tres años, aunque aquel equipo era más experto y de más talento.La federación polaca tenía un sueño que los clubes quisieron compartir y los jugadores con el cuerpo técnico lo han hecho realidad.
Para recordar el equipo francés que nos enseño como se debe jugar al voleibol, eficientes y aguerridos son maestros en la paciencia y aprovechar el momento adecuado. No pierden un segundo en las cosas que no son importantes y se concentran al máximo en todo lo que de verdad cuenta, obtuvieron un segundo puesto que el tiempo les hará entender que ha sido un grandísimo resultado.
Para olvidar las actuaciones de las selecciones turca y española, la situación de los anfitriones se veía venir durante todo el verano ya que la cabezonería en el cambio de rol de algunos jugadores, un suicidio anticipado, y la poca conexión entre jugadores y cuerpo técnico hacían que su participación estuviera limitada a deslices individuales que a punto estuvieron de darles el partido ante Alemania después de cinco cambios en el seis titular en el segundo set...recuperando la posición natural de los jugadores y rompiendo con todo lo trabajado durante el verano. Pero solo duró ese partido y en los otros dos perdieron con un tres cero neto que acabó con ilusiones fermentadas durante años. Si los objetivos de una federación no van de la mano con los del entrenador...algo no va como debe.
En cuanto a España, sufrimos en cada partido creyendo que al final veríamos a nuestra España pero solo lo hicimos a ratos y no basto. El partido contra Polonia nos podría haber dado algo más en la clasificación final pero el equipo no estaba, con falta de liderazgo tanto dentro como fuera de la pista, la irregularidad en el rendimiento de ataque y un nivel bajo en recepción hicieron de España un equipo vulnerable. Falto mentalidad, convencimiento y agresividad, el equipo fue el peor rival para si mismo al no encontrar el camino. Obsesionados con alguno que no esta y con los que por primera vez estaban, intentaban ocultar el bajo rendimiento de los que realmente debian marcar la diferencia, a ninguno nos gustaría pensar que la autocomplaciencia haya llegado a los jugadores pero había más preocupación en el mundial del próximo año que en jugar de verdad este europeo y eso me da la pauta de que se perdió la atención en una competición que "ya la hemos ganado"...esto lo pueden decir técnico y jugadores pero todos sabemos que en el deporte vivimos del presente, en algunos momentos del futuro pero nunca del pasado.
Volvemos a nuestra realidad, jugar los torneos de clasificación para el europeo, mundial y olimpiadas. Buen momento para encontrarnos a nosotros mismos, analizar en profundidad y trabajar con la máxima humildad.