Fichando

Vaya semanas que nos toca vivir durante estos meses, desde que acabò la temporada empezamos a trabajar en la siguiente y realmente debemos estar con mucha tranquilidad para poder tomar las decisiones acertadas. Todos queremos mejorar nuestro equipo, cualquier jugador dira que necesita a los mejores a su lado pero se ofendera si es el elegido para que venga otro a ocupar su puesto aunque la diferencia cualitativa este demostrada. Atenciòn al jugador que proclama su continuidad atacando al corazòn del directivo por que no tenga argumentos de rendimiento para demostrar su valìa, cuidado con el jugador que constantemente recuerda lo que ha dado al club (o es que el club no le ha dado nada en el mismo periodo de tiempo), cuidado con el jugador que se excusa en los demàs y tengamos en cuenta al jugador de rendimiento, de trabajo y sobre todo al que se compromete con el equipo, el cuerpo tècnico (se tomen las decisiones que se tomen) y el club. No se trata de jugadores perfectos con un caracter perfecto, no existen. Pero que en nuestras decisiones tengan un porcentaje mayor para hacer un equipo con el que poder construir un grupo mejor y màs fuerte a nivel anìmico.

Màs compleja resulta la relaciòn entre el que hace la inversiòn econòmica, los que dirijen el club y el entrenador, en la mayorìa de las ocasiones solo este ùltimo parece dar una visiòn objetiva de cuales son las carencias y por tanto las necesidades. El que invierte colocarà las expectativas muy altas sin tener en cuenta la visiòn real de la situaciòn deportiva, los directivos querràn contentar a todos (algo que como en cualquier ambito de la vida es imposible) y al entrenador le tocarà convencerles de cual es el camino a seguir, nuestra gestiòn en estos momentos condicionarà el futuro del equipo y de nuestro trabajo.

Semanas para programar, para pensar y para decidir, sin prisa pero sin pausa. No debemos precipitarnos pero tampoco perder oportunidades, ese control de este periodo puede marcar al equipo que optarà a jugar las finales.